17.7.08

Muertos y olvidados

No alcanza.

Mañana se cumplen 14 años del olvidado atentado a la AMIA en Buenos Aires. Digo olvidado porque no encuentro otra palabra para tratar de explicar que aún no se haya hecho justicia...
Nosotros seguimos esperando respuestas por nuestros muertos ('nuestros' digo por argentinos).
Y en Israel también.
Ayer, recibieron a 2 de los suyos, muertos.

A cambio, Israel tuvo que entregar a 5 vivos (que además son terrorista de Hezbollah considerados peligrosos internacionalmente), y los restos de 199 combatientes libaneses y palestinos.

La liberación de los 5 presos libaneses despertó fuertes críticas en Israel, no sólo porque se trató de un canje desigual, sino también porque uno de ellos es Samir Kuntar, el terrorista árabe que más tiempo llevaba encarcelado en una prisión israelí, es considerado una "bestia humana" por las autoridades.
Kuntar estuvo detenido en Israel durante 29 años y se había declarado culpable de uno de los ataques más espantosos de la historia israelí: el asesinato de un hombre y de su hija de cuatro años, a quien le aplastó el cráneo. Además, la hermana de dos años de la niña murió asfixiada accidentalmente por su madre, que mantuvo una mano sobre su boca para evitar que los terroristas escucharan sus llantos.

Además de Kuntar, fueron liberados Maher Kourani, de 27 años; Hussein Suleiman, de 23; Jader Zeidan, de 26, y Mohammed Surour, de 21. Todos son militantes de Hezbollah capturados por Israel en 2006.

Olmert, con la viuda del soldado Ehud Goldwasser



El secuestro de Ehud Goldwasser y Eldad Regev, el 12 de agosto de 2006, dio inicio a una ofensiva militar israelí que duró 34 días.

Según la televisión israelí, los dos soldados habrían muerto inmediatamente después de ser capturados por Hezbollah, por disparos recibidos durante el combate. Al parecer, Hezbollah enterró inmediatamente los cuerpos, pero los exhumó después de un año y los volvió a sepultar en otro lugar.

La realización del canje provocó escenas contrapuestas a ambos lados de la frontera: mientras en el Líbano los cinco militantes fueron recibidos como héroes con multitudinarios festejos, un ánimo sombrío prevaleció en Israel, donde causaron gran conmoción las imágenes de los féretros negros que llevaban los cuerpos de Goldwasser y Regev.

En abierto rechazo a Israel, el presidente libanés, Michel Suleiman, el Premier Fouad Siniora y miembros de todas las facciones políticas recibieron a los milicianos liberados.

Incluso el líder de Hezbollah, Hassan Nasrallah, que se mantiene oculto por razones de seguridad, apareció ayer en público por primera vez desde diciembre de 2006, para encabezar los festejos callejeros que tuvieron lugar en Beirut. "Los días de derrota terminaron, apareció la victoria", declaró Nasrallah, mientras miles de seguidores de Hezbollah celebraban en las calles de Beirut el retorno de los "héroes liberados", como los calificó el presidente libanés.

El primer ministro israelí, Ehud Olmert, expresó su pesar por el hecho de que los dos soldados israelíes que estaban en manos de Hezbollah hubieran sido entregados muertos, y condenó a los libaneses por celebrar el regreso de Kuntar, condenado por triple asesinato en Israel: "¡Ay de la nación que en estos momentos está celebrando la liberación de una bestia humana que aplastó el cráneo de una niña de cuatro años!".

Familiares y amigos congregados frente a las casas de los dos soldados israelíes estallaron en llanto cuando vieron las imágenes. "Es un momento horrible, ver los cajones, uno junto al otro", dijo Zvi Regev, padre de Eldad.






Info consultada en: Agencias AP, EFE, Reuters y DPA

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