Ya lo vi 3 veces. Siempre en mi viaje de ida, no en el de vuelta (en el subte D, claro).
Bien temprano desparrama sonrisas entre los bostezos de los pasajeros de siempre.
Se ríe de nosotros, de él, de todo. Nos cuenta chistes y nos cuenta su historia.
No miente, no llora. Simplemente explica su situación: "Necesito darle de comer a mis hijos y en vez de robar, me dedico a actuar...Pero si alguien sabe de algún trabajo, por favor dígame. Estoy dispuesto a transpirar la camiseta"
Me dio lástima no tener ningún trabajo para ofrecerle, ni saber del amigo de un amigo que pueda hacerlo.
También me dio lástima saber que hay tanta gente que trabaja por estar acomodado, o por tener suerte aunque no posea las condiciones necesarias.
También tengo amigas que están buscando trabajo un poco más específicos pero no encuentran.
Algo está fallando...
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