Mala educación: son tan hombres que no respetan a las mujeres

Un típico viaje en colectivo, rutinario, hacia el trabajo. Tanta gente que cuesta respirar con las ventanillas cerradas (cerradas porque la radio informa "14º", pero "92% de humedad").

Afortunada y extrañamente, conseguí sentarme y viajar muy tranquila con los ojos cerrados mientras seguía escuchando en mi radio portátil el programa que lleva ese mismo nombre.

Muy tranquila hasta que oí gritos.

"¡Basta de mirarme, me cansé de que me mires así!", le gritaba la rubia que estaba agarrada de la manija del asiento delante del mío a un tipo parado un poco más atrás.

Se la veía enojada, angustiada. Se notaba que tuvo que juntar valor para defender sus derechos. Lamentablemente no pude ver lo que pasó antes, pero le creí a ella...Primero porque no es extraño que un tipo x en un transporte público acose visual, verbal o físicamente a una mujer, y segundo porque el tipo no se defendió.

No escuché bien qué contestó él, pero de pronto un hombre de traje puso en palabras lo que todos estabamos condenando con nuestras miradas: "¡Te dijo que no la mires, respetala...es una mujer!".

El otro le discutía, le decía que no se meta y le cuestionaba acerca de quién era él para hacerlo. El hombre del traje gris continuó defendiendo los derechos de la rubia, y también los suyos.

Después, un incómodo silencio invadió el transporte.

Al rato, cuando casi todos los pasajeros habían dejado en el olvido el episodio, la rubia se sentó adelante mío. Llamó a alguien por teléfono y después sacó un pañuelo de su cartera.

¡No es justo!

No es justo que suframos así por estos tipos que en cualquier lado no piensan dos veces antes de gritarnos una guarangada, tocarnos el culo en el tren, o rebajarnos por nuestra condición sexual. O mucho peor: ningún hombre teme que una tipa lo viole por la calle en cualquier horario del día.

Creo que...no!, mejor dicho: estoy segura de que hay que tomar conciencia respecto a esta situación. Una violación física puede empezar en una mirada o una palabra con poco respeto.

Y la falta de respeto de hombres hacia mujeres no la encontramos sólo en el transporte público sino en cualquier lugar físico o virtual, e incluso en nuestro lugar diario de trabajo.


¿Hombres?
No es una pregunta, los estoy llamando a ver si alguno aparece...